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Fernando Henar, Jordi Llovera, Joan Francesc Pont y Juan Jose Sanchez

Y una subida de los premios hasta el 85% de las cantidades jugadas.

Que el bingo es el subsector del juego más necesitado no es una exclusiva. Y así quedó patente ayer en la presentación del Informe Económico 2007-2016 de la Confederación CEJ, encabezada por Fernando Henar.

Jordi Llovera, socio del despacho Martínez Comín, mostró datos «escalofriantes». En 2007 se jugaron al bingo tradicional (el de cartón y rotulador) 3.661 millones de euros. En 2016, 1.752. 1.909 millones menos, es decir, una bajada del 52%. El motivo de esta reducción: un desproporcionado coste fiscal, escasa variedad de premios, importe de premios bajo y ser un juego mutualista. Este retrocesó provocó que el subsector registrara 646 millones de recaudación menos, un 76% de pérdidas fiscales.

Llovera vaticinó que de seguir la situación actual «en 5 años podemos estar en un 60% de decrecimiento de salas». Es decir, la nónima de locales podríamos quedarse en 245. En 3 años (2013-2016) se cerraron 41 bingos y se abrieron 465 salones.

Para salvar al sector se plantea un modelo basado en una tasa sobre el win del 10% y un retorno en premios del 85%. «Un efecto de la subida de premios del 85% aumentaría el tiempo de ocio del cliente en un 50 ó 100%», señaló LLovera. Los Bingos están dando un porcentaje de premios muy inferior al resto de juegos privados. ( -17 puntos porcentuales por debajo de la media del sector). Como consecuencia de ello, el sector del Bingo ha sufrido una gran desaceleración de las ventas, muy superior al resto del sector del juego privado, (decrece un -52,3% respecto a un crecimiento medio del 28,3%, principalmente gracias la llegada de los Juegos en el canal Online). Esta desaceleración, en euros constantes, se traduce en una caída de las ventas del -58,3%. «La actualización del modelo de negocio del Bingo se hace indispensable y, dada la imposibilidad de los gestores de reducir su margen, en muchos casos insuficiente para sobrevivir, pasa por un replanteo de la tasa sobre el Juego y del porcentaje destinado a Premios», expresó Llovera.

El catedrático Joan Francesc Pont Clemente, manifestó que el tributo aplicado al bingo «está muy cerca de ser confiscatorio». Paea Pont Clemente «se debe imponer un tipo de gravamen que resulte congruente con la concepción jurídico histórica alejada de cualquier planteamiento de castigo».

Por su parte Fernando Henar, presidengte de CEJ, hizo una defensa del negocio tradicional. «Cuidemos el producto base de los establecimientos porque genera el 70% de margen de las salas».

 

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