Pedro Jiménez, presidente de ABE

Al igual que ocurre en Galicia.

El principal factor del éxito del bingo radica en lo atractivo, por la cuantía del premio. No hay más secreto que ése, según se han cansado de remachar los empresarios del sector.

Y el ejemplo más ilustrativo está en País Vasco y Galicia donde tras un reajuste en los porcentajes de premios y la consiguientes reducción fiscal las salas se han visto animadas de público. Las fusiones del bingo tradicional con el electrónico han conseguido situar los premios un 12% más en Euskadi y un 11% en Galicia y el resultado obtenido son unos aumentos en las ventas de cartones que, desde el mes de abril, están en ambos territorios superando el 30 y 25% respecto al mismo período del año anterior.

De acuerdo con el análisis llevado a cabo por las asociaciones empresariales no se ha conseguido ningún “milagro” económico con el cambio operado, pero al menos se ha detenido el descenso en picado de las explotaciones e iniciado el despegue.