SE ESTUDIARÁ UNA CERTIFICACIÓN DE CALIDAD A LAS MEDIDAS QUE SE ACUERDEN, ADEMÁS DE UN PROTOCOLO ESPECÍFICO Y UN KIT SANITARIO.
La CEJ es consciente de que el bingo no goza de buena salud desde hace años, y que la pandemia del coronavirus puede poner a este clásico juego al borde de la desaparición. De ahí que la patronal del bingo siga con especial atención el fin del estado de alarma y la desescalada de las medidas impuestas por el Gobierno. “Si no se nos posibilita la apertura de salas pronto, el bingo no podrá subsistir como oferta de juego”, dice su presidente Fernando Henar.
La CEJ, ante esta incierta situación política y sanitaria, mantuvo el viernes pasado una reunión telemática con una amplia representación de esta patronal al objeto de fijar, en paralelo con las medidas de la Mesa Sectorial del Juego de la que forma parte, una serie de medidas específicas para el bingo, al tiempo que ha analizado diversas posturas aún en fase de estudio.
Todas ellas dependen de la indispensable premisa de seguridad sanitaria antes de proceder a la apertura de salas; razón por la que se estudiará una certificación de calidad a las medidas que se acuerden, además de un protocolo específico y del correspondiente kit sanitario (mascarillas, geles, control de temperaturas…), distanciamiento y protección complementaria en zonas de máquinas, bingo electrónico, etc. Y siempre con el visto bueno de los agentes sociales antes de la preceptiva aprobación de las administraciones.
Paralelamente a la solicitud de apoyos fiscales y aplazamientos de pagos, la CEJ considera que el bingo es uno de los subsectores de juego que van a salir más perjudicados de esta crisis, por lo que estudia solicitar ayudas muy concretas también en flexibilidad de horarios, en especial en las zonas complementarias al bingo clásico, en oferta de juegos, medios de pago, etc. “En estos momentos tan difíciles, dice Henar, necesitamos que el “bingo electrónico de sala”, sea una realidad en todas las comunidades”.
Sector del Juego