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Fernando Luis Henar, presidente de CEJ y Juan Lacarra, secretario técnico de ANESAR 

Se ha llevado el tema al Parlamento.

Salones y bingos están enfrentados en Navarra por la homologación de las ruletas, cuyo funcionamiento reviste mayor rapidez de juego en las salas de bingo y ha provocado la denuncia de los salones que se consideran discriminados. Tanto es así que han llevado el tema al Defensor del Pueblo que les ha dado la razón. Navarra cuenta con 28 salones y 2 bingos. Los primeros han trasladado el asunto al Parlamento, que convocó a los representantes de ANESAR (Teófilo Ruano, Carlos Gallués y Juan Lacarra) y de CEJ (Fernando Luis Henar y Juan José Sánchez Colilla) quienes defendieron sus posiciones y respondieron a las preguntas formuladas por los grupos parlamentarios.

La catalogación de las ruletas parte de un decreto foral del Gobierno de Navarra que data de 2010 y que ambos subsectores dieron entonces por bueno. Tras la comparecencia en sede parlamentaria de los directivos de salones y bingos parece que se pedirá la comparecencia del consejero de Interior para que se pronuncie sobre el asunto.

Llama la atención la colisión de intereses que se está viviendo en Navarra entre salones y bingos cuando sus órganos representativos, ANESAR y CEJ, hablan de «aperturismo y colaboración con otros sectores», y conviene recordar que fueron estas dos únicas entidades las que salieron a la calle en mayo de 2011 del brazo para protestar en Madrid contra la Ley del Tabaco.

Respecto a que en el bingo de Pamplona está en funcionamiento una ruleta que convierte el dinero que se juega en fichas automáticamente y en los salones existe la misma ruleta de la misma marca que tarda en pasar el dinero a fichas para poder jugar y además detrae una pequeña cantidad al jugador al inicio de la partida, suma que queda en beneficio del local, la CEJ se ha pronunciado enviando un comunicado a nuestra redacción. «En el año 2010 salones y bingos se aquietaron con la compensación  que la administración les ofrecía, los salones consiguieron las máquinas de videobingo hasta un total de 15 puestos (tres multipuestos de cinco) y los bingos la explotación de máquinas incluyendo la ruleta con características propias porque así lo posibilita el Reglamento del Juego del Bingo en su art. 26.3. Ahora después de transcurrido cuatro años y una vez que los videobingo han bajado la recaudación pretenden la misma fórmula de juego que la ruleta de los bingos con la diferencia de que quieren las ventajas pero rechazan los inconvenientes (gastos), no quieren poner un servicio de admisión permanente que les obligue a contar con un registro de prohibidos y a identificar a todos los clientes mediante la exhibición del DNI, esto supone gastos en personal, cuando en la actualidad solo es un trabajador el que atiende el Salón, hace los pagos y pone bebidas».

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